jueves, 4 de noviembre de 2010

Lujo Gastronómico


 ¿Qué es el lujo? La respuesta es tan relativa como todo, cuando para algunas personas es un tema de marcas para otras es un tema de espacio o elegancia pero eso es según que analicemos.
En la gastronomía no es diferente, en mi opinión el lujo no es comer en un restaurante con estrellas o que este en una guía que no me dice nada, generalmente escrita por alguien con algún interés particular, el lujo gastronómico depende de quien lo mida y como lo haga.

En nuestro mundo actual se ha convertido en un verdadero placer es adquirir verduras o frutas directamente de un productor, comer algo fresco o seguir a la naturaleza y comer cosas de temporada, antes para impresionar o para la gente que carece de conocimiento gastronómico y simplemente quiere ‘mostrarse’ la buena mesa consiste en caviar iraní, ancas de rana o un vino impronunciable… y esto en mi opinión es solo un sinónimo de un tipo de cocina que ya esta caducada y sobretodo que no es muy sostenible.

Por suerte en las ultimas décadas han surgido movimientos como el slow food surgido en Italia en 1986, que defiende el concepto de comida sana y de temporada, del cual ya son adeptos la mitad de los chefs prominentes del planeta.
¿Cuál es en si el planteamiento? Digamos que la ‘vanguardia’ que ellos proponen es recuperar los sabores de toda la vida, en un mundo donde el gusto esta globalizado y si se quiere un poco prostituido, la idea aquí es utilizar siempre productos de la tierra, que sean preparados con esmero y lo mas importante disfrutarlos con tranquilidad.
Esta organización no solo promueve la salud sino el conocimiento de la gastronomía como herramienta para un mejor vivir, de hecho entre sus estatutos el que mas siempre me ha llamado al atención dice que una de las misiones es: elevar la cultura alimentaria de la ciudadanía y, en particular, de las generaciones más jóvenes, con el objetivo de lograr la plena conciencia del derecho al placer y al gusto.

En este momento principalmente en Europa y Estados Unidos – también en uno que otro país subdesarrollado – hay un auge de lo ‘bio’, el cultivo ecológico, la sostenibilidad y el rescate de especies endémicas… esta oferta de alimentos autóctonos y la supervivencia de algunos productores tradicionales hacen más fácil aplicar los principios de la comida tranquila al día a día de los restaurantes que decidan apostar por esta tendencia.

Lo más importante para el buen comer será siempre ofrecer una cocina hecha con el corazón y con los pies en la tierra y aunque comer bien sea una de mis pasiones creo que el verdadero lujo radica en lo más simple… que en la mesa es tener una buena compañía ;)